“Experiencia inolvidable, gracias a la reflexología hemos encontrado el equilibrio que necesitaba nuestra hija. De ser una niña que no se relajaba ni dormía ha pasado a dormir toda una noche entera con esa paz que tanto ansiábamos. Gracias por abrirnos las puertas y descubrirnos este camino que espero y deseo se vuelvan a encontrar.” R.M.
Estas son las palabras de una de las madres que asistió el año pasado a uno de los cursos de Reflexología Infantil. Con ellas quiero compartir el gran poder que tiene esta técnica en el entorno familiar. El poder de ayudar a nuestros hijos a gestionar su equilibrio y contribuir a su bienestar físico y emocional.
Cuando un bebé llega a nuestra vida es uno de los momentos más hermosos pero también el comienzo de una aventura repleta de dudas y novedades. Situaciones que en muchas ocasiones te ponen a prueba y que herramientas como la Reflexología puede ayudarte a superarlas.
Nuestro objetivo será acompañar a esos padres, hacerles partícipes de la salud de sus hijos. Enseñarles a conectar con ellos de una forma especial, a través de sus manos.
Para ello es fundamental transmitir la reflexología de la forma más sencilla que podamos, sin olvidarnos nunca que los padres no son profesionales. Pero recordando también que son ellos los que están en la “trinchera”, los que están ahí cuando el niño se despierta a media noche con fiebre, con un dolor de oídos o luchando para poder dormir a su hijo con hiperactividad, los que sufren los cólicos , el estreñimiento y todos esos malestares del día a día. El tener esos conocimientos básicos de reflexología les permitirá contar con una ayuda valiosísima en esos momentos críticos donde solo están ellos, y nadie más.
Renée Iglesias
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