Cuando una persona sufre una intervención quirúrgica y por consiguiente una estancia más o menos prolongada en el hospital, la vuelta a casa y esa recuperación es un periodo de suma importancia. El organismo ha tenido que procesar toda esa información y mandar energía a las zonas más necesitadas. El sistema inmunológico tenderá a debilitarse y la sensación de cansancio e incluso de apatía puede aparecer.
En este momento es importante más que nunca cuidarse de una forma integral: cuerpo, mente y emoción.
Desde mi punto de vista es fundamental “hacer bien los deberes”, y os lo digo no solo como terapeuta sino también por experiencia propia tras un largo ingreso y una seria operación el pasado año.
La alimentación es clave en este proceso. Una dieta equilibrada, variada y ajustada a los requerimientos de cada persona puede ser nuestra mejor medicina , también la clave para la recuperación y la cicatrización de heridas. Existen algunos alimentos que están más vinculados que otros con este proceso por los nutrientes que contienen, especialmente cuando se habla de vitaminas del grupo B, vitaminas C y K, zinc, entre otros.
Las flores de Bach nos ayudarán en el aspecto emocional y energético. No olvidemos que además del impacto físico, a nivel psicológico la persona también sufre una gran conmoción.
Existen esencias para manejar el terror ante una cirugía, el miedo a lo que puede venir después, para ayudar al cuerpo a depurar el impacto de la operación y también si la persona entra en un estado depresivo o agotamiento debido a una larga convalecencia.
Pero vamos a centrarnos en este artículo sobre esa recuperación física y esa autorregulación, la añorada “homeóstasis”( equilibrio perfecto).
Hay que tener en cuenta que cualquier intervención quirúrgica produce una reacción de choque en el cuerpo y los anestésicos reducen la protección del sistema inmunológico. Por lo que tratamientos regulares de reflexología serán sin duda nuestros mejores aliados en este proceso de recuperar la normalidad.
La Reflexología Podal es la terapia de tratamiento basada en el principio de que hay zonas reflejas en los pies que corresponden a órganos, glándulas y partes del cuerpo.
Estamos ante una terapia natural que estimula al organismo para que éste realice su propio proceso de curación.
Cada una de las partes de nuestros pies está directamente conectada con un órgano o zona concreta de nuestro cuerpo. Así, al estimular alguna de las terminaciones nerviosas, se envía una señal a la médula espinal y al cerebro, quiénes responden con instrucciones de regulación a los órganos y músculos que se están trabajando a través de la reflexología podal. Al trabajar los puntos de presión de los pies, es como si se estuviera masajeando directamente la zona dañada. De esta manera, la reflexología presenta propiedades rehabilitadoras y múltiples beneficios que nos ayudarán en este momento crítico y de vital importancia.
Puede aplicarse como complemento de cualquier otra terapia que el paciente esté recibiendo, con lo cual, no reemplaza al cuidado médico o psicológico.
La Reflexología nos ofrece múltiples beneficios, entre ellos uno de los más importantes sería el alivio del estrés y la tensión, así como su actuación sobre todos nuestros sistemas ( nervioso, digestivo, urinario , respiratorio y endocrino…). Además fortalece el sistema inmunológico , ya que normaliza glándulas y hormonas.
También colaborará en regular el sueño, al segregar melatonina influiremos positivamente en la coordinación del ritmo biológico o circadiano del organismo (regulado por el hipotálamo, una región localizada en el encéfalo ). Todo aquel que ha sufrido una intervención quirúrgica sabe que el descanso nocturno se ve habitualmente afectado, debido en gran parte a la alteración de los ciclos de vigilia –sueño y a los efectos sedantes causados por los medicamentos utilizados para la sedación.
Y por último apuntar algo que en este proceso postoperatorio va a ser nuestro mejor aliado y es que estamos ante una técnica realmente eficaz en el tratamiento del dolor. Y que a diferencia de otras terapias más agresivas no produce adicción ni efectos secundarios.
La Reflexología va a ayudar al organismo a producir múltiples cambios químicos, uno de ellos está íntimamente relacionado a la sedación del dolor. El objetivo será estimular al cerebro para que produzca su propio analgésico. El hipotálamo a través de sus mensajeros químicos estimula a la glándula pituitaria para que segregue endorfinas, las cuales son cinco o diez veces más poderosas que la morfina. Las endorfinas pueden inhibir la transmisión de las señales dolorosas a través de la médula espinal.
Si estás viviendo un proceso postoperatorio o tienes cerca a una persona en este camino no dudes en abrir tu mente a todo aquello que pueda apoyarte en tu recuperación. Siempre por supuesto con la supervisión de tu médico. Y con el objetivo de volver a ser tú de nuevo!
Renée Iglesias ( Reflexóloga Podal, Naturópata, Especialista en Técnica Metamórfica)
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