Quiero compartir contigo un fragmento del libro «la Técnica Metamórfica» de Gaston Saint-Pierre, en el que habla de esta sencilla y a la vez tan poderosa terapia aplicada a los niños , enseñarles a trabajar los pies de sus hijos les dará una herramienta que les acompañará toda su vida, la vida es un constante cambio, una constante metamorfosis.
«Permanentemente observamos que los padres son los mejores practicantes que sus hijos pueden tener, y viceversa. Puede parecer extraño, porque los padres podrían tener más dificultades para mostrar una actitud de desapego, en especial si su hijo presenta alguna clase de minusvalía. Sin lugar a dudas, ellos desean que se produzca un cambio; sin embargo, consiguen mantener un vínculo tan estrecho con sus hijos, desde el punto de vista genético, que poseen un conocimiento intuitivo del patrón genético del niño la niña, y cuando le masajean los pies contactan literalmente con los «ladrillos» que lo conforman: sus dedos se mueven guiados por el conocimiento que les aportan sus propias células.»
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