Por tu pie, la blancura más bailable,
donde cesa en diez partes tu hermosura,
una paloma sube a tu cintura,
baja a la tierra un nardo interminable.
Con tu pie vas poniendo lo admirable
del nácar en ridícula estrechura,
y donde va tu pie va la blancura,
perro sembrado de jazmín calzable.
A tu pie, tan espuma como playa,
arena y mar me arrimo y desarrimo
y al redil de su planta entrar procuro.
Entro y dejo que el alma se me vaya
por la voz amorosa del racimo:
pisa mi corazón que ya es maduro.
Miguel Hernández
En uno de mis primeros cursos para papás de niños especiales en la Fundación Gil Gayarre recibí este regalo de poema que me emociona cada vez que lo leo. Me acompaña desde entonces y hoy lo comparto con vosotros : Por tu pie , la blancura más bailable de Miguel Hernández
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