Hoy me gustaría compartir contigo una experiencia personal con mi hija adolescente afectada de autismo y mis grandes compañeras de viaje las Flores de Bach.
Mi único objetivo es hacerte llegar un instrumento más para lidiar con el día a día de un hijo con discapacidad intelectual, en especial de un hijo con trastorno del espectro autista. También a ti si eres terapeuta y trabajas habitualmente con las esencias , para que puedas valorar la importancia del testaje kinesiológico en determinadas circunstancias.
Tras un episodio digamos algo “difícil” en el centro de día donde acude Ali, decido testarle las flores a la niña para poderla ayudar a gestionar lo ocurrido hoy. Enfoco el testaje sobre las conductas disrruptivas y agresivas de mi hija ante determinadas circunstancias que aparentemente no tendrían que provocar tal desenlace. Y cual es mi sorpresa que aparecen dos flores que en principio no logro encontrar una lógica, son wild oat (la flor de bach que da dirección) y cerato (la duda).
Si hubiese tenido que escoger alguna flor ante ese episodio, sin dudar hubiese optado por cherry plum y estrella de belen. Pero por qué extraña razón el cuerpo de Ali me estaba llevando hacia otras dos esencias que aparentemente no tenían conexión con lo ocurrido hoy.
Como siempre digo una cosa es lo que nosotros y nuestra mente consciente piensa y determina, y otra (y bien distinta) es la que nuestro cuerpo y nuestro subconsciente nos dice.
Wild oat, por qué?:
Analizando el siguiente enunciado: Esencia de la insatisfacción, la búsqueda del camino adecuado.
Y yendo un poco más allá de la pura perreta, por fin entendí que independientemente de la discapacidad, Ali es una adolescente buscando su sitio. Aún más difícil de encontrar en una chica con sus circunstancias. Y que en esa búsqueda , ante los límites que se le marcan, ella se revela, pero por desgracia de una forma desectructurada, en realidad de la única forma que puede al no tener otra forma de expresar ese sentimiento.
Y Cerato. Por qué?
Esta flor ayuda a los niños a conocer su propia mente, a confiar en sus propias creencias y seguir su intuición. Además de dar seguridad .
Revisando esta esencia y teniendo en cuenta lo que he dicho anteriormente,ella a sus casi veinte años aún necesita y busca seguridad. Y su falta le provoca desasosiego y un miedo aterrador.
Así que gracias de nuevo a la Vida por poner ante mi herramientas nuevas y estas ayudantes que me han acompañado y acompañarán siempre en este duro pero a la vez tan enriquecedor camino de la discapacidad intelectual.
Otra vez más fascinada por lo que sigo aprendiendo de mis maestros, la humildad de confiar y escuchar hace que fluya todo a lo que el cuerpo necesita, como siempre un placer leerte y aprender de ti….Te quiero mi querida René.
Esther, gracias de corazón por estas palabras. Yo también te quiero mucho!
Gracias …un gran aprendizaje para mi…gracias
Gracias a ti Silvia por tu comentario. Un abrazo